La participación política de las mujeres marca la nueva fase del Observatorio de Género Mujeres y Territorios de Rimisp

08/07/2020

Un diálogo entre las expertas Carolina Carrera (Chile), Carmenza Saldías (Colombia) y Carla Zamora de México acompañó el relanzamiento de este espacio creado en 2018. Se expusieron y comentaron algunas de las conclusiones de la Encuesta sobre Dinámicas Territoriales y Bienestar.

Un análisis de las brechas de género y territoriales en indicadores sobre la participación social y política de las mujeres de Colombia, Chile y México, abre la puerta a una nueva etapa del Observatorio de Género Mujeres y Territorios de Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.

Con un profundo e interesante diálogo entre cinco latinoamericanas conocedoras de la realidad de las mujeres en la región, se realizó el relanzamiento de este espacio, que inició su trabajo en 2018 y que ahora regresa con nuevos datos, que aportan al conocimiento de una situación que evidencia un desequilibrio en la presencia y acción de las mujeres en la esfera política y en la invisibilización de la movilización y lucha que han realizado a lo largo del tiempo.

La directora de la oficina de Rimisp en México, Yuritzin Puig, inició la conversación destacando la labor de Rimisp, al impulsar estrategias de transformación para la equidad territorial, basadas en una mejor comprensión de los desafíos que enfrentan los territorios rurales de América Latina. “Aspiramos a una América Latina donde, independientemente de su lugar de origen, todas las personas tengan las mismas oportunidades de participar de un desarrollo justo, sostenible e inclusivo”, señaló.

De su lado, la investigadora de Rimisp y coordinadora del Observatorio, Valentina Cortínez, explicó el alcance, los instrumentos y  las conclusiones principales que evidencia la  Encuesta sobre Dinámicas Territoriales y Bienestar desarrollada en conjunto por Rimisp, la Universidad de Los Andes, en Colombia y la Universidad Iberoamericana en México.

Los indicadores analizados son: participación electoral, participación en partidos políticos, sindicatos, cooperativas y juntas vecinales o juntas de acción comunal y fueron aplicados en territorios rural-urbanos de los países mencionados. Valentina explicó que este término define a un gran número de ciudades, pequeñas o medianas, y a sus localidades adyacentes, generalmente más rurales, “que en conjunto conforman un territorio a raíz de sus vínculos y conexiones cotidianas”.

Entre los hallazgos, que se pueden encontrar junto con los demás datos consignados en la Encuesta, se determina que, en los indicadores de participación electoral, existe una alta participación en general, no se observan brechas de género, y esta participación de las mujeres es alta en territorios pequeños frente a las de territorios medianos o grandes. Y, por el contrario, en el resto de los indicadores de participación en organizaciones, sindicatos y partidos políticos, hay una baja participación en general; amplias brechas de género en todos los territorios. Las mujeres de territorios pequeños son las que menos participan en los mencionados colectivos.

Para Carolina Carrera, secretaria de la Corporación Humanas de Chile, este hecho llama la atención debido a que la participación de las mujeres en espacios como las Juntas de Vecinos, había sido mayor en el pasado, pero los datos actuales podrían estar generando una desconexión entre las aspiraciones de las mujeres y la institucionalidad, motivada en muchos casos por la falta de vinculación e información sobre cómo ejercer esta participación.

De su lado, Carmenza Saldías, exsecretaria de Hacienda y Planeación en la alcaldía de Bogotá, manifestó que las causas que motivarían la baja participación de las mujeres en las organizaciones detalladas, tiene en Colombia una explicación histórica que se origina en los 60 años del conflicto armado y las consecuencias, en muertos, desplazamientos y desapariciones, así como los asesinatos a líderes sociales, determina una menor motivación y espacios para que las mujeres de los territorios más pequeños ejerzan un accionar político.

En México, la reflexión sobre la participación política de las mujeres pasa por el análisis del sistema político de este país, según sostuvo Carla Zamora, investigadora en El Colegio de la Frontera Sur. La presencia por más de 70 años de un partido político hegemónico ocasionó vicios de poder, que repercutieron y limitaron la participación política de las mujeres, y con mayor énfasis en la de las habitantes del medio rural.

Las tres expertas coincidieron que a la luz de los aspectos que ha evidenciado la pandemia del COVID-19, se requieren y pueden surgir nuevas formas de participación política para las mujeres. El potente accionar de las mujeres para resolver situaciones que los estados no están solucionando, como dotación de alimentos para la población o el cuidado de la población vulnerable dentro de las casas y en los centros hospitalarios, así como su presencia en las cadenas de producción, desde la agricultura hasta la distribución, pone de manifiesto la presencia y la importancia del trabajo realizado por las mujeres para el cumplimiento de los derechos básicos de la sociedad.  Así también, el papel desempeñado por las mujeres al frente de los diferentes espacios de gobiernos, desde la dirección de los países, hasta divisiones territoriales locales, al enfrentar los impactos de la enfermedad, ha sido positivo, asertivo y eficiente.

Por ellos, se requiere una nueva forma, nuevos mecanismos, espacios y cosmovisión para hacer política, en los que debe existir una reivindicación de todo el trabajo realizado por las mujeres durante la pandemia, así como de su sobrecarga de responsabilidades también.

El evento fue cerrado por Yuritzin reflexionando sobre la importancia de cerrar las brechas de género e incluir el enfoque territorial para disminuir las desigualdades.

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