El Bajo Lempa, incluyendo tanto la Bahía de Jiquilisco como el Estero de Jaltepeque, es un territorio que está bajo la mirada de diversos actores e iniciativas. La riqueza de sus recursos y su conectividad, las capacidades organizativas y productivas, así como sus condiciones de vulnerabilidad, hacen del Bajo Lempa un territorio priorizado en diversas políticas y programas impulsados por del Estado y por la cooperación externa. Sin embargo se requiere un esfuerzo de coordinación que contribuya a mejorar el ordenamiento de las distintas iniciativas gubernamentales, privadas y locales, con el objeto de estructurar de manera eficaz e incluyente, la construcción de una apuesta estratégica para el desarrollo territorial, compartida entre los diversos actores.