En Chile las tasas de pobreza han disminuido sistemáticamente durante las últimas décadas, de acuerdo al PNUD (2014), el porcentaje de población que vive en situación de pobreza cayó a una quinta parte entre 1990 y 2013. Solo entre 2003 y 2015 las personas en situación de pobreza por ingresos han disminuido de un 29,1% a 11,7% (CASEN, 2015). Esta reducción se relaciona con el crecimiento económico, la redistribución del ingreso y la política económica y social. Dentro de esto último, se ha demostrado que las transferencias de servicios sociales de educación, salud y vivienda permiten reducir de modo significativo la desigualdad en los recursos que disponen los hogares (PNUD, 2014).