Lo rural en México ha sufrido grandes cambios durante los últimos 25 años. El campo y los campesinos han dejado de ocupar un lugar central en el desarrollo económico nacional y actualmente son concebidos como factores residuales de una economía global en la que pequeños productores ya no tienen cabida. Como resultado de este cambio, hoy las principales fuentes de ingreso monetario de los hogares rurales son las actividades terciarias, como el comercio y los servicios, y las secundarias en una menor proporción. La agricultura se ha convertido prácticamente en una actividad de autoconsumo. Por lo tanto, la cuestión laboral, más que la agraria, es ahora el tema central de la reproducción del modo de vida rural mexicano.