Las ciudades capitales y las ciudades intermedias son las que mayores transformaciones tienen dentro de la red urbana. Las primeras, porque la descentralización fortalece otras urbes y porque la privatización cuestiona su esencia político-administrativa sustentada en el empleo público. Y las segundas, las ciudades pequeñas, redefinen su relación con el campo -en tanto se comportan como intermediarias de la ruralidad y la urbanidad- y las ciudades medias, que cumplen una función de articulación del sistema urbano entre las ciudades grandes y las pequeñas.
Con este trabajo privilegiamos esta segunda condición de intermediación, porque estas ciudades se convierten en los ejes vertebradores del sistema urbano, sea como polos o nodos que articulan los espacios de integración interna (a la región y al país) y de articulación externa con la red urbana global o con las regiones más dinámicas de la economía internacional.