Así, el actual coordinador de investigación sobre seguridad alimentaria y nutricional, de la Universidad de Wageningen y Economic Research (WEcR), Países Bajos, comparte en esta entrevista, su visión sobre “la necesidad de una urgente transformación de los sistemas agro-alimenticios y eco-ambientales para poder garantizar un proceso de desarrollo más inclusivo, justo y sostenible en el continente” que guían el trabajo de nuestra institución.

 Desde su especialidad de seguridad alimentaria y nutricional ¿Qué le parece el desarrollo que está efectuando Rimisp en su área de trabajo Sistemas Agroalimentarios Sostenibles?

Los trabajos de RIMISP en materia de seguridad alimentaria y nutricional son muy relevantes para poder entender mejor las limitaciones del actual sistema y para perfilar los cambios posibles para mejorar su inclusividad y sostenibilidad. Para tal efecto será necesario de prestar más atención a las diferencias entre pobreza y malnutrición, identificar nuevos incentivos para estimular dietas más saludables, y fomentar las innovaciones necesarias para mejorar la eficacia del sector agropecuario.

¿Qué desafíos tiene Rimisp como institución con el actual escenario mundial con pandemia por COVID-19?

RIMISP puede jugar un papel importante en el diseño de programas de transición que serán lanzados para contrarrestar las consecuencias del COVID-19. Es muy probable que habrá más atención para preguntas tales como:(1) cual es el impacto del agro sobre la alimentación y la salud (por ejemplo, buscando como reducir el riesgo de obesidad), (2) como se puede balancear nuestra dependencia de diferentes canales de mercadeo locales, nacionales e internacionales, y (3) ¿cómo se puede garantizar el acceso con precios alcanzables a dietas más nutritivas para grupos pobres, tanto en el campo como en las ciudades?

¿Ud. cree que esta pandemia se presente como oportunidad para colocar la mirada en lo rural? ¿Cómo debiera ser ésta?

El COVID-19 hace un llamado para redefinir las relaciones rurales-urbanas, de tal manera que se buscaran nuevas modalidades para organizar las cadenas agro-alimenticias y se definan otras opciones para las políticas públicas frente a la población. Resulta cada vez más evidente que el desarrollo rural incluye una gran variedad de actores (campesinos pobres, productores medianos, obreros y obreras rurales, jóvenes, indígenas, transportistas, pulperos, etc.) con intereses muy diversas, pero a la vez existen muchos vínculos entre ellos que apuntan hacia estrategias comunes y soluciones compartidas.

Finalmente para Ruerd Ruben, la gran colaboración que busca con el cargo de consejero internacional es “contribuir al posicionamiento del RIMISP en los redes internacionales de investigación-acción alrededor del desarrollo rural, tales como los institutos del sistema CGIAR y La red Agrinatura en Europa, como también ayudar en las relaciones académicas con universidades e institutos comprometidos con los objetivos de desarrollo sostenible que basan nuestro trabajo”.