El municipio de Argelia, en el departamento del Cauca, Colombia, hoy atraviesa un momento crítico. La situación de orden público es grave debido a los enfrentamientos que se llevan a cabo desde hace más de dos años por parte de los grupos armados que ejercen control territorial tras la salida de las antiguas FARC. El accionar de estos grupos ha ocasionado que los habitantes queden permanentemente en medio del fuego cruzado, lo cual ha generado desplazamientos forzados dentro de los corregimientos y hacia la cabecera municipal y constantes confinamientos. La población ha sido víctima de acciones violentas como el asesinato de líderes sociales, desapariciones forzadas, reclutamiento de menores, minado de cultivos y fincas de la población civil y señalamientos a las organizaciones sociales y comunitarias, así como graves afectaciones a nivel emocional y económico, todo esto evidenciando una clara violación a los Derechos Humanos.

Rimisp – Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, expresa públicamente su solidaridad y preocupación por las comunidades del municipio de Argelia e insta al gobierno nacional y a los organismos internacionales, en coordinación con la institucionalidad local, para que atiendan integralmente la realidad que se está presentando, con el fin de avanzar en la transformación pacífica de este conflicto. Para Rimisp, y de acuerdo con el diálogo con las comunidades con las que trabaja en esta zona de Colombia, esta es una coyuntura en la cual se requieren acciones concretas por parte del Gobierno Nacional y demás instituciones del Estado encaminadas a:

• Garantizar el respeto por los Derechos Humanos de todas y todos los habitantes del municipio.
• Fortalecer la presencia del Estado Colombiano desde el territorio, con inversión social y con apoyo a los gobiernos locales. Aspectos como educación, salud y gobernanza territorial son claves para avanzar en la construcción de paz en esta región.
• Escuchar las propuestas de las comunidades sobre canales que faciliten un diálogo humanitario, respaldado por organizaciones como la Cruz Roja y la Iglesia que consiga un cese al fuego. La prioridad es que cesen los asesinatos a civiles.
• Cumplir e implementar efectivamente el Acuerdo de Paz, en especial el Punto 1 de la “Reforma Rural Integral” y el Punto 4 de “Solución al problema de las Drogas Ilícitas”, teniendo en cuenta la apuesta que han hecho las y los campesinos con la sustitución voluntaria de los cultivos de uso ilícito.
• Poner en el centro del diseño de las políticas públicas de seguridad a la sociedad civil, para que, por medio del diálogo, puedan contribuir en la identificación de las amenazas y la construcción de soluciones.
• Gestionar ayudas humanitarias para la población que se ha visto afectada, priorizando las poblaciones más vulnerables.

Finalmente, consideramos que estas acciones deben darse a partir de un ejercicio de escucha y participación donde las soluciones incluyan las voces de las y los habitantes de esta comunidad.